9 de diciembre de 2006

PRESENTACIÓN Y SALUDOS

Me decidí por fin a exhibir mis pensamientos en la palestra pública. Mentiría si dijera que esto ha sido un impulso espontáneo; en absoluto lo ha sido. Si me he decidido es por envidia, esa variante descontrolada de la admiración. Ya diré a quién admiro.

El título de este blog, El corazón de todo el mundo, está directamente rescatado de una novela mía en proceso de escritura (y de eternización). El corazón de todo el mundo son los afanes, esas moscas cojoneras que nos llevan a buscar algo que en ocasiones ni siquiera sabemos qué es con claridad. Son las frustraciones y las pequeñas (que son en definitiva las grandes) victorias de lo cotidiano. El corazón que mueve a todo el mundo es el amor, el desamor, el odio, la admiración... Sobre todo, el corazón de todo el mundo es la búsqueda de la felicidad. Si hay un filósofo al que admiro, ése es el griego Epicuro. Este hombre fue quien afirmó que la obligación del hombre es la búsqueda de la felicidad, y el doloroso camino que propone para llegar hasta ella pasa por el cultivo de la amistad, por las privaciones que pueden proporcionar un placer cercano, pero un malestar distante, pasa por cultivar el conocimiento y el convencimiento que éste proporciona de que el más allá es ajeno a la vida.

En esta línea trataré de plasmar mis distintos mundos e intereses con la mayor frecuencia posible. Intentaré vencer al aturdimiento que me llena la cabeza, sobreponerme al ruido del día a día y que hace tan difícil pensar.

Quiero expresar aquí mi admiración (llegó el momento) hacia una persona a la que no conozco, pero de la que algo intuyo, Iker. A todos los que leáis su blog, http://ikerin.blogspot.com/, os recomiendo que lo hagáis con calma y atención. Descubriréis un rico mundo interior, una claridad de ideas que me ha dejado avergonzado de mi personalidad pacata, de una sensualidad irritante. Espero que Iker tenga algún defecto, porque de otro modo se habrían quemado las pocas naves que haya para que yo vuelva a creer en dios.

En siguientes entradas iré dosificando algunos rasgos de mi personalidad, aquellos que he logradodescubrir con el tiempo, pues muchas veces no es nada fácil realizar una mirada introspectiva sin sucumbir al horror.

Vale.

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