11 de diciembre de 2006

Maravillas de la naturaleza




He descubierto a este portento, paradigma de la belleza masculina. Se trata de Sakis Rouvas, cantante, atleta y no sé qué más. Representó a Grecia en el Festival de Eurovisión del 2004.

No me diréis que no es una preciosidad...

Pinochet ha muerto

Mi cabeza me dice que debería sentir alegría, pero no puedo. Cuando muere un monstruo, sólo puedo pensar en si su muerte trae algún beneficio. No creo que la muerte de este asesino en serie, amigo de papas y de reyes, y de Primeras Ministras Británicas, devuelva a la vida a todos aquellos que murieron y desaparecieron durante el terror que él presidía. Me agota pensar en tanta y tanta gente que se va a edades mucho más provechosas que éste. Pero pensar en ello no me va a devolver a mi padre, por ejemplo. Este desgraciado ha vivido hasta los noventa y tantos, y tanta gente buena se ha ido antes. No me consuela que se haya muerto ya.

Sin embargo, creo que tenemos derecho a odiar. No comparto aquella anécdota que dice que La Pasionaria, cuando fue invitada a brindar a la muerte de Franco dijo que ella no brindaba por la muerte de nadie. Tenemos derecho a odiar, y reprimir el odio no creo que sea sano. Como dijo Horacio, Homo sum, et nihil humanus a me alienum puto (Soy hombre, y no considero ajeno a mí nada de lo humano). Sólo el ser humano ama y odia... y es sano sentir amor y odio, cuando hay motivos. Sólo si los sentimientos se enquistan es cuando son negativos.

Pinochet ha muerto.... ¡que se joda! Lástima que no exista vida tras la muerte, porque me entran ganas de desearle un eternidad muy puta.

9 de diciembre de 2006

Una fotografía mía

PRESENTACIÓN Y SALUDOS

Me decidí por fin a exhibir mis pensamientos en la palestra pública. Mentiría si dijera que esto ha sido un impulso espontáneo; en absoluto lo ha sido. Si me he decidido es por envidia, esa variante descontrolada de la admiración. Ya diré a quién admiro.

El título de este blog, El corazón de todo el mundo, está directamente rescatado de una novela mía en proceso de escritura (y de eternización). El corazón de todo el mundo son los afanes, esas moscas cojoneras que nos llevan a buscar algo que en ocasiones ni siquiera sabemos qué es con claridad. Son las frustraciones y las pequeñas (que son en definitiva las grandes) victorias de lo cotidiano. El corazón que mueve a todo el mundo es el amor, el desamor, el odio, la admiración... Sobre todo, el corazón de todo el mundo es la búsqueda de la felicidad. Si hay un filósofo al que admiro, ése es el griego Epicuro. Este hombre fue quien afirmó que la obligación del hombre es la búsqueda de la felicidad, y el doloroso camino que propone para llegar hasta ella pasa por el cultivo de la amistad, por las privaciones que pueden proporcionar un placer cercano, pero un malestar distante, pasa por cultivar el conocimiento y el convencimiento que éste proporciona de que el más allá es ajeno a la vida.

En esta línea trataré de plasmar mis distintos mundos e intereses con la mayor frecuencia posible. Intentaré vencer al aturdimiento que me llena la cabeza, sobreponerme al ruido del día a día y que hace tan difícil pensar.

Quiero expresar aquí mi admiración (llegó el momento) hacia una persona a la que no conozco, pero de la que algo intuyo, Iker. A todos los que leáis su blog, http://ikerin.blogspot.com/, os recomiendo que lo hagáis con calma y atención. Descubriréis un rico mundo interior, una claridad de ideas que me ha dejado avergonzado de mi personalidad pacata, de una sensualidad irritante. Espero que Iker tenga algún defecto, porque de otro modo se habrían quemado las pocas naves que haya para que yo vuelva a creer en dios.

En siguientes entradas iré dosificando algunos rasgos de mi personalidad, aquellos que he logradodescubrir con el tiempo, pues muchas veces no es nada fácil realizar una mirada introspectiva sin sucumbir al horror.

Vale.